lunes, 19 de noviembre de 2007

Obesidad y Homeopatía (1)

Obesidad y Homeopatía

La obesidad es uno de los problemas de hoy en día que puede tratarse con éxito por medio de la homeopatía y cambiando el régimen dietético.

Hay algo evidente: se nos muestran todos los días por medio de la publicidad personas con figuras esbeltas y que producen envidia al mirarlas, y producen en nosotros contrastes que a veces no llevan a sentir por nuestro cuerpo no especialmente admiración, sino desprecio.

Lo primero que habría que explicar es que la constitución corporal de las personas varía sustancialmente en función de los genes, de la alimentación, de las costumbres... En esa variación reside la riqueza de ser persona y esta variación no tiene por qué ser objeto de nuestras iras y principio de patologías hoy de moda como la bulimia y la anorexia, enfermedades que se inscriben en el ámbito psíquico más que en el dietético.

Tipos de obesidad

Hay dos tipos de obesidad:

La obesidad primaria y la obesidad secundaria.

La obesidad secundaria es aquella que proviene de otro tipo de desórdenes o patologías conocidas. La obesidad primaria es de origen generalmente múltiple y no siempre fácilmente aislable.

Dentro de la obesidad primaria los factores que influyen son: la predisposición genética y los factores ambientales.

Dentro de la obesidad secundaria influyen diversos síndromes genéticos, alteraciones del hipotálamo, patologías hormonales, uso de algunos fármacos, abandono del tabaco...

¿Cómo se mide la obesidad?

Para solucionar el problema se han hecho tablas de referencia para conocer si somos obesos y en qué grado. Para ello hace falta averiguar el Índice de Masa Corporal (IMC).

El IMC se obtiene de dividir el peso en kilos por la altura en metros al cuadrado. Por ejemplo, una persona que pese 100 Kg y mida 1,85 m, tendrá un IMC igual a 100 / 3,4225, o lo que es lo mismo 29,21.

Conociendo nuestro IMC, podemos acudir a las siguientes tablas y comprobar nuestro nivel de obesidad:

Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO 2000)

Peso Normal

18,5 – 24,9

Sobrepeso grado 1

25 – 26,9

Sobrepeso grado 2

27, 29,9

Obesidad tipo 1

30 – 34,9

Obesidad tipo 2

35 – 39,9

Obesidad tipo 3 (mórbida)

40 – 49,9

Obesidad tipo 4 (extrema)

Más de 50

En el caso del ejemplo de arriba, esta persona tendría un sobrepeso grado 2.

¿Cómo llevar a cabo un tratamiento homeopático de la obesidad?

En primer lugar, cualquier tratamiento no es un juego de niños y conlleva una responsabilidad el hacerlo. Cualquiera puede hacerlo, pero siempre es más adecuado el que sea revisado y seguido por un terapeuta. Por otra parte, el hecho de tomar medicamentos homeopáticos exige que el terapeuta conozca la forma de solventar los problemas que se puedan ir produciendo.

Tras tomar los distintos síntomas del paciente se valoran las causas de dicho exceso de peso y se decide un protocolo de tratamiento.

Este protocolo puede ser similar al siguiente:

1.- Primer mes: Etapa de drenaje. Se suele utilizar la homeopatía para limpiar el organismo de las toxinas y de los acúmulos tóxicos que se almacenan. Se suele aprovechar para drenar los líquidos intracelulares y extracelulares y además, abrir las vías fisiológicas de excreción. Durante este mes es importante aplicar una serie de restricciones alimenticias con el fin de favorecer este drenaje y facilitar la limpieza profunda del organismo.

En esta etapa es fácil que por efecto del drenaje, el organismo llegue a perder (excretar) del orden de 1,5 a 3 kilos de líquidos, produciéndose un efecto estimulante en el paciente para seguir con el tratamiento. Esto también puede ser engañoso, pues al perder esos kilos con tanta facilidad, el paciente puede pensar que así será todo, y esto no es verdad.

2.- Durante esta segunda etapa, se aplicará una dieta alimenticia adecuada, bien equilibrada o bien hipocalórica, en función de la situación del paciente.

En mi opinión siempre es mejor una dieta equilibrada en un principio antes que una dieta hipocalórica, especialmente porque es más fácil de llevar a cabo y, cuando el paciente se da cuenta de que comer adecuadamente le mantiene en un buen estado de salud y con un buen peso, esto hace que persevere en el proceso.

Partir de una dieta hipocalórica suele estar indicado en casos excesivos o patológicos. Suele ser más difícil de llevar a cabo y se corre el riesgo de que una vez alcanzado –si se alcanza- el peso deseado, el paciente vuelva a sus desequilibrios anteriores, perdiendo fuerza de voluntad y desinteresándose de la situación, haciéndose más y más difícil el corregirlo en el futuro.

El interés de esta etapa está en seguir rebajando del orden de 1’5 kg a 2 kg por mes. Es seguro que con dietas hipocalóricas esto se conseguiría más rápidamente, pero la verdad es que cuanto antes se pierda peso, antes se recuperará, especialmente porque al cuerpo no le da tiempo a modificar sus órdenes de trabajo y, en cuanto cedamos en el esfuerzo, el organismo volverá a seguir las pautas anteriores y acumulará peso con más intensidad todavía.

Es en esta etapa cuando se puede ayudar al organismo con distintos remedios homeopáticos para que el organismo vaya modificando sus pautas y nos ayude a reducir peso de un modo más eficaz y pausado.

7 comentarios:

  1. Hola Andrés, estupendo tema y, sobre todo, que tienes una verdadera maestría para explicar y detallar, en un lenguaje claro, sencillo y profesional.

    Muy agradecida por este tema en particular, que enriquece grandemente la actividad que realizo.

    Un saludo para ti, y que siempre continues en es tónica de enseñarnos y compartir de manera desinteresada tus conocimientos.

    Ana Carreño (Aylle)

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  2. Hola, está muy bien la información que dáis, pero quiero apuntar que es básico el tratamiento paralelo a nivel psicológico o emocional, ya que la mayoría de casos de obesidad tienen su origen en potentes desequilibrios emocionales y psicológicos que el paciente no es capaz, por sí mismo, de solucionar.
    Si no se tratan, ninguna dieta dará el resultado esperado. Sí que el paciente puede bajar de peso, pero volverá rápidamente a recuperarlo porque el verdadero origen de la obesidad no ha sido tratado.

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  3. Hola, Noemí Blanco!!

    Lamentablemente, no "damos" información, sino que "doy" información y eso tiene como desventaja que no siempre cubro adecuadamente todos los temas ni todos los aspectos.
    Sobre los desórdenes emocionales o psicológicos de los que habla, tiene Ud. razón. La diferencia entre la homeopatía y las otras medicinas es que los remedios homeopáticos se prescriben teniendo en cuenta no solo los síntomas fisiológicos, sino también los emocionales, mentales o psíquicos.
    Generalmente si se prescribe sobre estos síontomas psícquicos o mentales, se suele tener más éxito que cuando se prescribe únicamente por los fisiológicos.

    Muchas gracias por su comentario y por su interés.

    Saludos cordiales

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  4. Hola Andres cuales son los medicamentos mas utilizados para Drenaje. (Ojo para que no haya discucion pregunto sobre los mas utilizados). Hay que particulazar, y eso solo en la consulta homeopatica.Pregunto por que realizo un trabajo de investigacion.Excelente Aporte.Gracias.

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  5. Hola, Omar!!

    Como he comentado en la entrada http://cihotm.blogspot.com.es/2007/10/tcnicas-de-drenaje-homeoptico.html
    fue Vannier -siguiendo a Nebel- el que introdujo este término de "drenante" o "drenador".
    En esa entrada puede encontrar la lista de remedios que refirió Vannier. Esos son los más importantes y los más usuales.

    En mi experiencia y carrera, las que más uso son NUX VOMICA (para intestino y digestivo), CHELIDONIUM, TARAXACUM Y CARDUUS MARIANUS para hígado y vesícula, y BERBERIS VULGARIS para vías urinarias.
    En otros casos suelo utilizar organoterapia -en función del órgano afectado- en dilución muy baja (4CH).

    Si desea que intercambiemos más información, escríbame otro comentario con su dirección de correo electrónico (QUE NO HARÉ PÚBLICA EN EL BLOG) y me pondré en contacto con Ud. en cuanto me sea posible.

    Saludos cordiales

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  6. muy interesante y los nosodes seran buenos?

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    1. Hola, Carlos!!
      Los nosodes son buenos si los síntomas que presenta el paciente son similares; si no, no son buenos. Es decir, el uso de los nosodes es idéntico al de cualquier otro remedio homeopático: siempre debe ser prescrito en base al principio de similitud. Si no, no sirve para nada.

      Saludos cordiales

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